“Enseñar a un niño a comer, a lavarse, a vestirse, es un trabajo mucho más largo, difícil y paciente que darle de comer, lavarlo y vestirlo. Lo primero es la tarea de un educador; lo segundo es el trabajo inferior y fácil del sirviente.
Trabajo este inferior y además peligroso, que pone obstáculos a la vida que se desenvuelve y que a las consecuencias inmediatas suma otras más graves para el porvenir. El señor que tiene demasiados criados, no sólo se convierte en su esclavo, sino que sus músculos se debilitan en la inacción y pierden por fin su capacidad para la acción. La mente del que, en vez de trabajar, manda, se debilita y atrofia.
Si un día, en un momento de conciencia lúcida, el que ha sido siempre servido quisiese reconquistar su libertad, se daría cuenta de que ya no posee la fuerza necesaria para ello. Este criterio debiera ser el de los padres de las clases sociales privilegiadas. Toda ayuda inútil es un obstáculo al desarrollo de las fuerzas naturales.”
MARÍA MONTESSORI
El método de la Pedagogía Científica
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