Los enojos y desbordes de los pequeños o las pequeñas no son caprichos: muestran su inmadurez, su necesidad de que los acompañemos con palabras y actitudes firmes, amorosas, tranquilas, para que vayan adquiriendo la posibilidad de expresarse, de pedir ayuda, de encontrar alternativas, de volver a la calma...
M. Laura Pons Estel y M. Inés dos Santos / Primeros Lazos.
🎨Ilustración de Evangelina Aybar (Tita dibuja).
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Nuestra manera de educar y hacer crianza tiene un gran impacto en su autoconcepto y en la manera en que interpretan el mundo, cuidemos nuestras palabras y rompamos con patrones aprendidos.
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