Buenos días desde "peque mundo" o mejor dicho "semi - peque mundo",
ya que el maestro continua recuperándose en casa.
Hace unos minutos, gracias a una hermosa entrada en el blog de José Maria
(compañero de Google +) he descubierto este preciso vídeo.
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En el, un padre graba el sentir, el sufrimiento, la angustia...en definitiva la EMPATÍA
(o ponerse en el lugar de otr@) de su hija (Regan) de dos años.
Esta preciosa niña, cada vez que observa sus dibujos favoritos reacciona de la misma manera.
Así que su padre sorprendido, una de las veces la graba en el coche.
Esa es la inocencia y el amor de l@s niñ@s.
El propio Jesús de Nazaret dijo que fuéramos como ell@s.
La cuestión es;
¿qué nos ocurre a lo largo de la vida donde transformamos ese amor inherente al ser humano en indiferencia y ego?
Por eso, como docente y maestro de Educación Infantil disfruto de l@s niñ@s que mantienen impoluta esa inocencia y amor.
Yo los llamo "niñ@s de verdad".
Por eso adoro mi trabajo.
A cambio de paciencia, recibo amor incondicional y eso no esta pagado para quien tiene su corazón
y sus brazos abiertos.
Mi humilde consejo; no empeñaros en convertirl@s en adult@s rápidamente.
Difrutarl@s en cada momento, hacerles crític@s para distinguir el bien del mal ya que esos valores se distorsionan y confunden en el mundo "adulto"
UN BESO A MIS 25 PEQUEÑ@S y SALUDOS a sus familias.
TENGO GANAS DE VEROS.